Archivos como motor de desarrollo

La entrada tiene más de un año lo escribí en septiembre de 2010 en Recbib, pero como seguimos igual, por no decir peor, recopio por primera vez en el blog:

Los archivos y otros centros de información no han quedado al margen de la actual crisis económica. Tanto centros públicos como privados se han visto perjudicados por los recortes que han influido en su gestión y funcionamiento diario.
La situación no es que fuera muy boyante en los años de boom económico de hace unos años, pero la crisis ha influido en numerosos proyectos, quedando a la espera de tiempos mejores, o de soñadas partidas presupuestarias.
Se podría recopilar en un largo repertorio todos los Archivos (públicos y privados) que se han visto afectados con la austeridad presupuestaria, las famélicas ofertas de empleo, y contabilizar los numerosos profesionales perjudicados de muy diversas formas. Pero creo que es mejor reflexionar sobre qué podrían aportar los Archivos en este entorno adverso de crisis económica para el progreso, y desarrollo de la sociedad.

Los Archivos son instituciones muy particulares, complejas, y exclusivas. Características que pueden convertirlos en importantes motores de desarrollo aprovechando las actividades que aquí se llevan a cabo y le rodean, como por ejemplo:
  • Estudios de arquitectura en el diseño del edificio e instalaciones.
  • Gestión administrativa.
  • Difusión cultural.
  • Trabajos técnicos con la documentación.
  • Normalización.
  • Investigación con fines culturales o científicos en los fondos documentales.
  • Desarrollo de literatura archivística.
  • Conservación y preservación de materiales.
  • Procesos de restauración de piezas dañadas.
  • Imagen institucional del Archivo.
  • Diseño e implantación de infraestructuras tecnológicas y de comunicación.
  • Labores de logística .
  • Desarrollo de eventos culturales.
  • Servicios de información.
  • …y un larguísimo etcétera.
Todas estas tareas y otras muchas relacionadas con los Archivos pueden tener cabida en lo que algunos especialistas califican de economía basada en el conocimiento.
La economía del conocimiento es el beneficio social, y económico que no se obtiene con la venta de productos tradicionales (vehículos, casas…), se basa en el uso, el rendimiento y utilización de la informaciónintelectual bien organizada.
La economía del conocimiento, tiene más valor y poder en los países con escasos recursos naturales y con gran nivel de desarrollo. España tiene estas características para tener en cuenta lo antes posible este modelo de crecimiento.
Brevemente podemos ver el ejemplo de como aplica Finlandia la teoría de la economía del conocimiento en sus Archivos, Bibliotecas y Museos. Desde los inicios de los 90, el país nórdico comienza una serie de programas a nivel nacional de preservación y digitalización en masa de documentación, libros, y obras de arte. El Ministerio de Educación y Cultura finlandés planificó en estos años políticas de acción destinadas con exclusividad a los conocidos como “Centros o sectores de la memoria” (archivos, bibliotecas y museos).Estas políticas estaban destinadas, entre otras cuestiones, a mejorar las condiciones de preservación y uso de estas instituciones.
La conservación en Finlandia, tan presente en sus edificios y entornos naturales, se concibió a partir de entonces como un importante motor económico y social, puesto que las actividades relacionadas con la preservación se convirtieron poco a poco en un factor de desarrollo para el conjunto del país, mediante la explotación del patrimonio documental de muy diferentes formas: investigación, diseño de nuevos sistemas de conservación, creación de patentes, diseño de software, transporte, formación media y universitaria…. etc.
Otro punto a destacar es la cooperación entre el sector privado y público en temas de gestión del patrimonio cultural finlandés. Los Archivos, Bibliotecas y otras instituciones públicas (universidades) están en contacto permanente con empresa y organismos privados, para favorecer la conservación y gestión de sus bienes culturales, mediante el debate, trabajos en común y desarrollo compartido de políticas culturales. Dinamizando así su mercado laboral. Tras el éxito de Finlandia en sus políticas culturales la UE tomó en cuenta en el año 2000 (reunión de Vantaa) su modelo para intentar implantarlo en el resto de estados miembros. Este sistema, basado en los principios de la economía del conocimiento, además de preservar el patrimonio documental es un importante factor de innovación y desarrollo, que mejora la productividad de un país.
Claro está que Finlandia poco o nada tiene que ver con España, pero puede ser un buen ejemplo a seguir al planificar las políticas en nuestros Archivos y demás centros culturales. España es uno de los países con más patrimonio documental del continente, y sin duda este activo se podría convertir en un importante motor de desarrollo diseñando las políticas adecuadas. Y de esta forma, los Archivos lejos de ser una carga presupuestaria para las Administraciones se pueden convertir en un activo único de información, cultura, empleo, y desarrollo, donde la investigación, la cooperación, e innovación forma parte de su quehacer diario.
Algunos enlaces
«Las crisis económicas a menudo se han visto acompañadas por la aparición del gran arte». Noam Chomsky

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